En la celebración del Día Mundial del Teatro
Buena Vista Tomatlán, Michoacán
27 de marzo de 2010
por ÉRICK ALBA
Buenavista Tomatlán, 28 de marzo.- Como una metáfora sobre la necesidad de hacer retornar el arte a sus orígenes utilitarios y a su carácter de herramienta social, la ceremonia oficial por el Día Mundial del Teatro en Michoacán fue en sí una representación no planeada en que administradores de distintos niveles retribuyeron, sin proponérselo, su papel de difusor central a la pequeña carpa itinerante que hoy está a punto de extinguirse, pero que se mantiene como semillero de nuevos histriones y de nuevos públicos.
Lejos de los teatros referenciales que existen en Michoacán y que pudieron servir para reconocer la vigencia del arte escénico en el estado, una simple esquina en este municipio en que se levantó el teatro portátil que contiene el programa Teatro Rocinante, atrajo la presencia del director de la Compañía Nacional de Teatro, Luis de Tavira, para develar una placa por el trabajo realizado en los últimos cinco años en 15 distintas localidades del estado, así como para recordar la fiesta mundial escénica acompañado por el titular de la Secretaría de Cultura de Michoacán (Secum), Jaime Hernández Díaz; por el director de Fortalecimiento Municipal de la Secretaría de Política Social, Juan Luis Contreras; y por el alcalde de Buenavista Tomatlán, Osvaldo Esquivel Lucatero, quienes al final se mezclaron entre el público heterogéneo que formó el otro contraste del festejo.
Después de la representación de una de las tragedias más vistas en la lengua castellana, Bodas de sangre, de Federico García Lorca, bajo la dirección de Mauricio Pimentel, los funcionarios ocuparon el escenario para resaltar algunas frases obligadas, como el papel que juega el sector público en la promoción de la cultura y el arte, o el compromiso de llevar el mismo espectáculo el próximo año al mismo municipio.
Sin embargo, el trabajo realizado por los actores previamente ya había logrado una atmósfera más silenciosa y más cercana al teatro mismo, pues entre las graderías desmontables se encontraban jóvenes estudiantes invirtiendo parte de su sábado en la absorción de una rama del arte que no es recurrente en estas tierras, junto a parejas mayores que asistieron a un espectáculo que tardará demasiado en repetirse, novios que encontraban en cada escena un motivo distinto para grabarla en su teléfono celular, niños azorados por el sufrimiento vivo en ese momento sobre las tablas, y un alcalde igualmente absorto pero sin saber el lugar que debía ocupar su sombrero.
El mismo munícipe calificó de “histórica” la presentación de Teatro Rocinante en Buenavista, y sus palabras parecían ser refrendadas por el sonido en alto volumen de los autos que circulaban junto a la carpa como una manera de reflejar lo necesario que es encontrar otros cauces para la expresión social, pues en este territorio azotado por la violencia, la juventud sigue los patrones más cercanos a falta de otros, por lo que Esquivel Lucatero llamó a retomar “la cultura, los deportes y la educación en vez de las armas”.
Luis de Tavira fue más directo: “si no hay teatro, tampoco hay esperanza en estos tiempos difíciles; esto es un modelo para el país, sumido en lo general entre la barbarie y la civilidad”.
Y todo parecía reducirse a un acto protocolario perdido en un pequeño municipio michoacano, entre la infinidad de actos de homenaje al teatro sucedidos en todo el país y en espacios mucho más amplios, aunque el efecto era en realidad ilusorio gracias a la condición de carpa que contiene el Rocinante, pues el alcance municipal de la ceremonia estaba asegurado con la presencia del alcalde, así como su condición de acto estatal con la presencia de Jaime Hernández, mientras Luis de Tavira convertía a esa misma develación de placa en el acto de festejo oficial por el Día Mundial del Teatro en México, el mismo acto ceremonial que, tal vez, se convirtió en el más genuino de los que se organizaron este año en el territorio nacional pues fue el único realizado bajo una carpa itinerante, y que por eso mismo se encontró más cerca del espectador verdadero.
Publicado en La Jornada Michoacán
Lunes 29 de marzo de 2010.
Versión electrónica de esta nota en la página web de La Jornada Michoacán:
http://www.lajornadamichoacan.com.mx/2010/03/29/index.php?section=cultura&article=012n1cul
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