En la función de Salir al Mundo, los niños están más bien calladitos, muy atentos, pero algo callados.... con cierta timidez... ¿Tal vez porque vienen con sus maestras? Sus risas explotan cuando Ruper el pato, escribe la carta. Los cua-cua de Ruper se contagian a los niños. Al terminar la función, los niños hacen dibujos sobre la obra.
Los actores nos acercamos a los niños para acompañarlos mientras ellos dibujan lo que más les ha gustado.
Hoy hubo lleno total en las dos funciones.
En Bodas de Sangre, se quedaron fuera del teatro 40 personas.
Rocinante está lleno
como un caballo de Troya...
140 a 150 personas dentro del teatro,
tal vez unas 30 paradas durante una hora y media...
La gente, silenciosa y atenta.
En la primera y segunda escenas, un bebé llora en el público.
Después de un rato, la mamá decide salir del teatro y se lleva al pequeño.
En la cancha de basquetbol que está al lado de Rocinante,
se reúnen los chavales.
Nos ven pasar del camerino al Teatro vestidos de negro,
con los azahares en las solapas
y gritan desde la cancha:
“Dónde es la boda?”
“Quién se murió?”
Pretenden no interesarse,
aparentan mofarse...
pero tienen curiosidad...
...parece que las señoras en Tlazazalca no lloran con Bodas de Sangre...
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