I
Dice el señor Ezequiel:
-Siempre me gusta ver a los actores: Todo lo que hacen es muy difícil: eso de cambiar de expresión, cambiar de gestos, hacer las caras que hacen... Nosotros también hacemos teatro aquí en la Sociedad de Familias Cristianas, y por eso sé que lo que hacen los actores es muy difícil... Qué bueno que vengan. Aquí falta mucho de esa cultura “representada”.
II
De las ventajas climatológicas del Teatro
-al frente de donde está instalado en la plaza el Teatro Rocinante-
se acerca al camerino y nos comenta,
entusiasta y con una gran sonrisa:
-¡Esto del teatro nos va a ayudar muchísimo! ¡para el frío que hace aquí...! Por lo menos estos días que estén dando funciones, no nos va a pegar tanto el chiflonazo que entra de la calle, porque el teatro no deja pasar el aire...
III
¿De los males ...el menor?
...que a los muchachos ya no les interesa trabajar -dice-,
...que nomás quieren tener dinero para comprarse una camionetota
...que están bien metidos en "el vicio"
...que nomás se dedican a lo "puro malo"...
-Qué bueno que traigan eso del teatro para los jóvenes -dice convencido-. De que se dediquen al narco, a que se dediquen a la cultura, pos mejor que se dediquen al teatro...
-... pos sí, ¿verdad?
1 comentario:
¡Ah! mis conciudadanos. De sus alegatos sólo podemos estar seguros de una cosa: el pueblo Yurecuarense quedó complacido con la presencia del Rocinante, y lo expresó a su muy singular manera.
Publicar un comentario